¿Cómo crear tu fondo de emergencias?

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¿Estás preparado para una urgencia? ¿Sabes qué hacer en caso de que un electrodoméstico deje de funcionar? ¿Y qué tal si se enferma tu mascota? Para este tipo de situaciones es muy útil tener un fondo de emergencias. Es decir, un colchón financiero que te respalda durante situaciones no previstas. Pensando en tu seguridad y tranquilidad, te dejamos aquí toda la información que necesitas para crear tu propio ahorro para imprevistos.

¿Qué es un fondo de emergencias?

Un fondo de emergencias es un presupuesto designado única y exclusivamente a situaciones inesperadas. Por ejemplo, un accidente, una circunstancia médica o simplemente que tu nevera se averíe. Todas estas son situaciones que pueden salirse del presupuesto habitual. Y es que usualmente no presupuestamos lo repentino. Pero separar una suma de tu salario para este fin te permitirá vivir más tranquilo, y sobre todo, poder responder adecuadamente a los imprevistos.

Además, si no has empezado a ahorrar, este puede ser tu primer paso. Si te enseñas a mantener un fondo de emergencias, después será más sencillo tener metas de ahorro más ambiciosas. Es decir que, mientras construyes tu fondo de emergencias también podrás adquirir buenas prácticas de ahorro.

¿Para qué sirve un fondo de emergencias?

Ten en cuenta una cosa: lo único seguro de lo inesperado es que no sabes cuándo llegará. Por eso, tener un fondo de emergencias trae distintos beneficios como:

  • No desestabiliza tu presupuesto mensual. Una emergencia, por pequeña que sea, puede desequilibrar tus finanzas, pero tener un fondo de emergencia te permite atravesar momentos difíciles sin alterar tu presupuesto.
  • No te endeudas. Cuándo algo malo ocurre, tienes de dónde sostenerte. La suma de dinero que guardaste cada mes, será el salvavidas que necesitas sin tener que acudir a créditos, préstamos o tarjetas de crédito.
  • No pierdes el sueño. Frente a la incertidumbre, estarás tranquilo porque, aunque todo esté bien, tienes la seguridad de que estarás cubierto.
 

La tranquilidad tiene un precio: tu fondo de emergencias. Pero no todas las situaciones son emergencias. Es importante que aprendas a diferenciar entre los momentos en los que debes usar ese ahorro y puedas priorizar las verdaderas emergencias sobre las dificultades cotidianas.

Por ejemplo, no es una emergencia los nuevos adornos para esta navidad o un regalo de cumpleaños no planeado. En cambio, sí lo sería una reparación urgente de tu vehículo o una visita a urgencias para tu mascota.

Recuerda que tu fondo de emergencias es como los extintores de los edificios, es algo que no quieres usar pero que te alegra que esté allí para cuando lo necesites.

 

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